La energía reactiva es un tipo de energía eléctrica, que absorben de la red algunos equipos eléctricos pero que luego la devuelven, por lo que no supone un consumo, aunque sí hay que generarla y transportarla hasta los equipos. Por ello las compañías eléctricas penalizan en factura, el consumo de energía reactiva a partir de un cierto valor.
La energía reactiva es importante porque le puede costar dinero, y puede incrementar las pérdidas energéticas en su instalación.
Cuando el sistema energético de su instalación tiene una demanda de energía reactiva alta, significa que está demandando más energía de la que realmente usa. Esto da como resultado costes adicionales en su factura eléctrica e incrementa la cantidad de energía demandada a la red eléctrica de abastecimiento que podría evitarse.
La compensación de energía reactiva es el proceso para reducir o eliminar la demanda de energía reactiva presente en un sistema eléctrico mediante la instalación de unos condensadores, incrementando el ratio de la potencia activa/útil respecto a la total. Idealmente, al compensar la energía reactiva debería tenderse a conseguir un factor de potencia igual a uno: toda la potencia suministrada a la instalación se convierte en potencia útil.
La reducción o eliminación de la energía reactiva se puede obtener mediante la compensación de la energía reactiva. Esto se puede realizar de varias formas, dependiendo del estado de su sistema eléctrico.
Tras consultarnos con sus datos de factura eléctrica, podremos recomendarle el equipo adecuado para la compensación de la energía reactiva. Esto se puede hacer desde instalando una batería de condensadores adecuada, o realizando un estudio de su instalación eléctrica.
Tras conocer la mejor solución para compensar la energía reactiva, un instalador autorizado podrá realizar su puesta en marcha de forma segura y eficiente.
Hay varios beneficios al compensar la energía reactiva.
El beneficio más obvio es el ahorro de costes, ya que al tomar usted medidas para reducir su demanda eléctrica, conseguirá una reducción de su factura eléctrica.
También mejora el voltaje en su instalación: con la compensación de energía reactiva circula menos corriente por los cables, por lo que éstos tienen menos caída de tensión, y mejora la tensión que llega a los equipos.